Rajoy no se ha debido ir a Corea muy tranquilo. Los resultados de las elecciones autonómicas sin ser en absoluto malos, no han sido los esperados ni mucho menos. Vayamos por partes:
Andalucia:
¿Conocen el concepto de Hotplayer de la NBA o la famosa Baraka que se le atribuía, sin ir más lejos a Zapatero? Es esa contagiosa sensación de estar en racha, de estar "enchufado", de encadenar victoria tras victoria ... Por supuesto que esta es una percepción subjetiva pero tras los resultados de Andalucia parece que el Mojo de Rajoy se ha secado menos de 100 días después de arrasar en las Generales.
Lo curioso es que el PP ha acabado ganando-perdiendo donde le tocaba ganar. El PSOE Andaluz lleva más de tres décadas en el Poder y posiblemente la alternancia ya era necesaria. (Como lo fue en Cataluña, en País Vasco y como urge ahora en la Comunitat Valenciana) pero al final el astuto Griñán, con la inefable ayuda de un torpe Arenas, ha acabado por salirse con la suya.
Politólogos y tertulianos se afanarán a sacar conclusiones con precisión quirúrgica. Yo seré más cauto pero a más de uno en el PP se les ha helado la sonrisa. ¿Serán los recortes? ¿Será el tratar a tus votantes como menores de edad (New York Times dixit) No lo sabemos pero sí que podemos afirmar que la Fórmula Rajoy ya no es infalible.
Asturias:
Con un Cascos asilvestrado en pleno monte pero que resiste de forma sorprendente, el PP ha quedado como la tercera fuerza del Principado. De aquí se extrae una conclusión evidente. La obsesión de Aznar por la unidad monolítica que tanto inculcó en su partido, está más que justificada. El PP lo tiene imposible para gobernar donde haya un partido a su derecha: PNV, CiU, UPN... y no puede permitirse desmarques como se ha podido ver en Asturias. No extraña que la salidas de tono de Camps puedan llegar a preocupar y mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario