viernes, 25 de febrero de 2011

Valencia, Estado de Excepción: 1981-2011




En 1981 se producía en la noche del 23 de febrero un intento de Golpe de Estado en España. En cuestión de horas el congreso había sido tomado por la honorable Guardia Civil así como centros neurálgicos como RTVE y emisoras de radio. Todo un país contenía su aliento a la espera del precipitar de los acontecimientos que se desarrollaban en un contexto de elevada inestabilidad política e institucional.

¿ Adivinen cual fue la única región militar que se sublevó de facto y sacó los tanques a la calle situándolos estrategicamente frente a ayuntamiento y edificios institucionales ? Se lo pueden imaginar ¿no?

Hoy, 30 años después y salvando todas las distancias, en esa misma ciudad tenemos a un Presidente incapaz de articular un relato coherente de su implicación en una trama corrupta, un Presidente que ha mentido de forma burda sobre los trajes de marras, y su relación con unos más que presuntos delincuentes, un Presidente que está imputado y al borde de sentarse en el banquillo de los acusados por cochecho impropio y que ha sido ratificado por su partido con todos los honores y parabienes como candidato a la presidencia de la Generalitat Valenciana. No es que haya sido una sorpresa, pero siendo conscientes de que en el PPCV es incapaz de cualquier autoregeneración o autocrítica uno albergaba marginalmente la esperanza de que surgiera de Génova algo de cordura, pero no.

Así están las cosas. La Comunitat Valenciana sigue viviendo su particular Estado de Excepción. Madrid acaba de certificar que aquí realmente vale todo. No hay espacio público para la dignidad y se ratifica la corrupción y la irresponsabilidad como un principio legítimo. Visualicen el ejemplo que a cada valenciano se le ha dado. Camps es el nuevo paradigma de una Generación Ni-Ni política. Ni dignidad ni responsabilidad.

PS: ¿Quien me iba a decir a mí que en pleno 2011 iba a estar envidiando a tunecinos, libios y egipcios que están mostrando, aunque con retraso, una mucho menor tolerancia al latrocinio y la cleptocracia?


1 comentario:

Mycroft dijo...

A la vanguardia siempre, la nostra terra...

Pd. Yo llevo envidiando la sana pataleta griega desde hace años! Tal vez no soluciona, pero es síntoma de vida, de cierta vida al menos en una sociedad. La nuestra esta K.o.