martes, 1 de febrero de 2011

La calle árabe


Hace unos días en una de las múltiples tertulias radiofónicas escuché con cierto asombro un debate bastante articulado sobre las revueltas ocurridas en algunos países árabes del Norte de Africa. Uno de los puntos que resaltaban era lo novedoso que resultaba ver voces espontáneas que no se dirigían a los sospechosos habituales: USA e Israel.

Rápida y certeramente uno de los contertulios apuntaba que la solidaridad con Palestina ha sido el único tema con el que las autoridades de los respectivos países han tenido cierta tolerancia a la hora de permitir manifestaciones de menor o mayor intensidad.

Porque bien es cierto que USA e Israel son de todo menos países inocentes. Son Estados que no dudan en ejercer su poder dentro y fuera de sus fronteras de una manera efectiva pero que difícilmente podemos considerar como ejemplar pero al mismo tiempo son democracias consolidadas que permiten la disensión. Algo que, por ejemplo, es todavía impensable en la mayoría de regímenes árabes que contradictoriamente muchas veces cuentan con el sólido apoyo de las democracias en pos de una supuesta seguridad.

Cuando estudié Sociología del Desarrollo, había una escuela de pensamiento heterodoxa que atacaba al anti-imperialismo default. Estaba muy bien eso de entender como funcionan los flujos de poder en un mundo global como el que se empezó a conformar en el siglo XIX, pero uno corre el riesgo de irresponsabilizarse de lo que ocurre en su país y no todo se puede achacar a los agentes externos que sin duda son parte del problema pero no son el problema. Agitar al enemigo exterior es un fantástico distractor de empezar la autocrítica necesaria para regenerar un país. Y para mí es sintomático que tanto en los acontecimientos de Túnez, como en los de Egipto, se está cuestionando el status quo interno. Que cunda.


3 comentarios:

Mycroft dijo...

Ya, pero es un debate en dos direcciones. En occidente se habla de una "democratización-default" también. La excusa para docenas de intervenciones, exportar la democracia. Pues bien, ahí tienen democracia...¿Qué pasa, se arrugan? Israel se queja, defiende a Mubarak, Reuno Unido dice que hay que tomarlo con calma, que pacten, USA utiliza un lenguaje poco comprometido y sigue teniendo a Mubarak como legitimo gobernante, ashton no se moja...
Ah, que Hamás ganó en Palestina. Democracia, sí, siempre que elijan a nuestro hombre...siempre que por Suez circule el petroleo, siempre que siga el bloqueo...Democracia siempre que no haya un Nehru, un Lubumba, un alguien con personalidad para plantarse en ciertos intereses ajenos...

Mycroft dijo...

Por otro lado, un comment en el artículo de Bassets de El País esboza algo inquietante y no descabellado: La operación de la CIA, con un Elbaradei preparado y cocinado al estilo Karzai.

Paolo2000 dijo...

A mí en este debate siempre me viene la cabeza Argelia, donde TODOS los gobiernos aplaudieron un golpe de Estado para evitar un gobierno islamista... Esas elecciones y esa intervención militar fueron el momento más crítico de un impasse donde parecía más que probable un norte de Africa con gobiernos jihadistas (Tunez, egipto...)

El que es un máquina es el Mohammed VI, allí no se mueve nadie...