domingo, 1 de agosto de 2010

La agonía de Francia

Espoleado por una recomendación de Muñoz Molina, me he leído esta semana el ensayo "La agonía de Francia" de Manuel Chaves Nogales. Un periodista que vivió en primera persona el desmoronamiento de Francia como sociedad democrática y su consiguiente derrota militar ante el totalitarismo nazi. El autor que ya venía curtido y exiliado del hundimiento de la República española narra con una inusual lucidez y clarividencia los acontecimientos que llevarán a Francia a claudicar de forma deshonrosa frente a Alemania. Un hecho que aparte de constituir las horas más bajas del país galo supondría un enorme impulso al régimen Nazi que con la retaguardia cubierta en Europa Occidental pudo aplicarse con saña y recursos a la expansión hacia el Este, protagonizando la mayor campaña militar de la historia universal: la invasión de la URSS.

La hipótesis principal de Chaves viene a contradecir una de las interpretaciones oficiales de aquella derrota: las democracias son débiles y pusilánimes y no son rival para el fascismo, el comunismo y en definitiva el totalitarismo. Capaces de ejercer una iniciativa resuelta y una acción colectivaque las democracias con sus mecanismos representativos solo conseguían entorpecer. En la decada de los años 30 con una Alemania, Italia y Japón emergentes , una enorme y feroz URSS estalinista y unos Estados Unidos todavía arrastrándose de la Crisis del 29 este era un discurso muy efectivo. La derrota de Francia, adalid de los valores democráticos, suponía el certificado de defunción de las democracias occidentales ante el Nuevo Orden.

Sin embargo el análisis de Chaves es certero y concluyente. Francia no cae por ser una democracia sino por no serlo lo suficiente. Acosada al igual que la República española por los totalitarismos larvados del Autoritarismo y del Comunismo y acomplejada ante la maquinal propaganda del Hitlerismo, Francia se derrumba con la complicidad de una Administración y sobretodo un Ejército que no creen que valga la pena luchar y defender la democracia. Abrazando de forma desesperada un patriotismo rancio y miope, prefieren salvar Francia, o lo que quedaría de ella tras la humillación de Vichy, que resistir y combatir el totalitarismo hasta las últimas consecuencias. Todo lo contrario de lo que haría Inglaterra que entendía que la única forma de salvar su país era defendiendo los valores liberales y democráticos allá donde fuera necesario ( Y de ahí la frustración de Churchill al mirar el mapa al final de la IIGM con la mitad de Europa bajo el Telón de Acero; pero ya no había fuerzas para un reprise de guerra mundial que podría ser infinita y genocida)

PS: Manuel Chaves moriría en su admirada Inglaterra en 1944 y su obra pese al respeto académico y perodístico no tuvo nunca una gran trascendencia. Su total compromiso con los valores liberales le hacía desmarcarse de las posiciones tanto fascistas o nacional-católicas pero también de las comunistas que aglutinaban a buena parte de la oposición al franquismo. Chaves siempre vió a los comunistas como enemigos de la libertad y aliados de conveniencia de la República, no defensores de la democracia que el anhelaba para su país.

PS 2: No obstante, "siempre nos quedará Hollywood"




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