No en mi patio.

Y ahora estamos otra vez a vueltas con el tema del aborto, un tema complejo, delicado y lleno de claro-oscuros en el que todos nosotros nos hemos visto implicados, cuando menos, en debates espontaneos en la calle, en el instituto, en la Universidad, etc... y todos tenemos una posición definida ante este tema que para mí es uno de los problemas éticos fundamentales a los que se enfrentan nuestras sociedades. Aunque ahora por supuesto den forma totalmente frívola van diciendo que es una cortina de humo. ( Entiéndase como cortina de humo, todo aquel tema que pueda distraer de algun asunto del que pueda sacarse mayor rédito político en cierto momento independientemente de su dimensión o gravedad, ¿se acuerdan cuando el destino de De Juana Chaos era un asunto de Estado? Pues eso.)

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Dicho esto, me gustaría recordar una poderosa escena de Fahrenheit 911 donde Michael Moore asaltaba a los congresistas y les preguntaba que si la Guerra contra el Terror era tan importante y fundamental como lo pudo ser la IIGM en la lucha de nuestra libertad, ¿ Por qué ninguno de sus hijos estaba patrullando las calles de Fallujah ? De todos los miembros del Congreso que votaron solemnemente entrar en guerra, sólo uno tenía a su hijo cumpliendo con su deber en Irak. ¿ Para que sacrificar a tus hijos cuando hay miles de white trash, black trash y mex trash dispuestos a hacer el trabajo sucio ? La escena de Michael Moore retrataba la doble moral americana y como esta se aplicaba en virtud de la fractura social existente.

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No estaría mal que alguien asaltara a los parlamentarios españoles que se oponen a una Ley de Plazos y les preguntaran que harían si su hija de 15 o 17 años se quedará embarazada tras mantener relaciones consentidas y no hubiera peligro ninguno para la madre. El problema evidentemente no sería lo que responderían, que seguiría el guión de lo ideológicamente correcto, sino lo que finalmente harían. Erigirse en guardianes de la Moral es bastante sencillo cuando sabemos que las consecuencias sobretodo se aplicarán a terceros y que para algunos siempre habrá una solución entre bambalinas clandestinas.