lunes, 26 de enero de 2009

"Serà per diners..."

Paella en el parque


Hace unos días en uno de los tantos análisis en prensa de la debacle financiera e inmobiliaria que nos asola, comentaban el caso de Astroc cuyo auge y caída constituye casi un paradigma de empresa fundada en expectativas y sin una sólida base real. Desgraciadamente gran parte de sus rasgos se puede extrapolar al comportamiento de nuestra economía durante los últimos años. Astroc como metáfora, vamos.

En el artículo, no obstante, se mencionaba un evento que organizó Astroc y que cuando leí no pude dar crédito: la organización de una paella para 10.000 personas en Central Park de Nueva York. Pues bien, lo que yo creí una exageración berlanguesca o un mito urbano realmente ocurrió. Un avistamiento que ni Cloverfield. Y en este blog hay hasta fotos que lo prueban.

Uno podría pensar que con embolados de ese calibre no es raro que luego pasara lo que pasara, pero no hay que llevarse a engaño. El éxito de Astroc estaba basado en proyectar una imagen de fortaleza y ostentación y por supuesto dentro de este esquema “The show must go on” a toda costa. Posiblemente el tinglado duró más tiempo del esperado gracias a estos saraos, más que a pesar de ellos.

(Todos sabemos además el peso que en el imaginario empresarial español juega Estados Unidos. Cualquier empresa que quiera dar una imagen de éxito debe participar aunque sea marginalmente del “american dream”. No falla nunca, si usted quiere captar la atención de cualquier empresario háblele de ese proyecto de conquistar el mercado norteamericano a través de sus fabulosos contactos, por muy turbio que sea, les garantizo que les escucharán)

Sin embargo, lo maravilloso de esta noticia es el “valencianismo” que destila. Todos sabemos que tenemos una muy particular clase empresarial en nuestra Comunitat Valenciana:. Espíritu emprendedor, fuerte resistencia a la profesionalización y una gran capacidad de “fallerismo”. Por “fallerismo”, entiéndase esa mezcla de ostentación, despilfarro y ego-manía pasada por un orgulloso tamiz tradicionalista y folklórico. Solo a un empresario valenciano se le ocurriría clavar una pica en el corazón del imperio americano organizando una paella colectiva para la cual, según leo, se incluyeron cocineros, grupos folklóricos, el cantante Francisco y, haciendo honor al fallerismo más integrista, se llevaron todos los ingredientes desde Valencia, incluida hasta el agua para cocinar.

Hay quien dice que si no puedes esconder tus defectos, debes exagerarlos hasta convertirlos en virtud. Quizás nos fuera mejor, si empezáramos a cobrar por esos platos de paella y por esos saraos que organizamos tan a gusto y que se nos dan tan bien.

2 comentarios:

Mycroft dijo...

Será. Recordemos ese empresario de exito que pagaba parte importante de la falla ganadora todos los años. Armiñana. El sintoma es aqui desvelado en un mismo individuo. Quemando las reservas, con un dudoso resultado en terminos publicitarios.

Anónimo dijo...

pero si todos sabemos que la paella proviene del pais vasco..

paolooo...
http://www.pitchforkmedia.com/article/news/148715-black-lips-chased-out-of-india-by-police