viernes, 30 de enero de 2009

Casa Encantada: Se Vende


La economía mundial y en particular la española parece una casa encantada ( Me gustaría utilizar haunted pero ya explicó Javier Marías lo complicado de traducir dicho término en “Mañana en la batalla piensa en mí”) con cierta tendencia al overbooking. Tras los fantasmas de la hiperinflación, de la desaceleración, de la crisis, ahora llega el temido Fantasma de la Deflación que amenaza con que, horror, bajen los precios.

Aparentemente el peligro que encierra esta situación es crear una expectativa de descenso de los precios que en vez de apremiar al consumo, lo desincentiva ya que existe la percepción de que si retiene la de decisión de compra, obtendrá un precio más económico. Esto genera una dinámica que se retro-alimenta al forzar progresivas bajadas de precios que recompensa la retención del consumo. Todo esto se traduce en descenso de los márgenes y resultados de las empresas que provoca mas paro lo cual afecta al consumo y así ad infinitum.

Esta teoría se me antoja bastante limitada y que quizás sólo se aplica al sector más responsable de nuestras actuales desgracias. Está claro que la economía española estaba dopada y es necesario reactivar el deteriorado consumo y para ello es necesario rebajar un peldaño tanto la oferta como los precios que la sustentan. Yo ya advierto que la mayoría de mi consumo posiblemente aumentaría si me bajaran los precios de la hostelería (Saldría más a cenar), de los artículos de consumo (Ropa, libros, discos, etc…) , de la gasolina (Viajaría con más alegría), de los servicios ( Vacaciones…) , etc… No creo que pospusiera ninguna compra de estos servicios o productos, por esperar un mayor ajuste de los precios.

Sin embargo a nivel inmobiliario, sí que esta perversa dinámica cobra todo su sentido. ¿Por qué gastarte 180.000 € en algo que posiblemente dentro de un año va a valer menos y que incluso si quisieras venderla dentro de 2 valdría incluso aun menos? Aunque es justo decir que esta misma dinámica a la inversa fue la que provocó y sostuvo en el tiempo la tan cacareada burbuja inmobiliaria. Es evidente que los precios de los pisos están enormemente sobrevalorados y deben necesariamente deflacionarse.

El impacto inmobiliario en nuestras estadísticas nacionales es enorme y sin duda esta dinámica provocará fuertes contracciones macroeconómicas, una severísima reconversión del sector y, eso sí, un nuevo trauma estadístico nacional, pero no olvidemos que volverá a redimensionar el poder adquisitivo de las familias que tanto sufrió del 2000 al 2007 cuando el transito-estafa al Euro y la burbuja inmobiliaria. ¿ De que nos servía crecer al 4%, ser campeones del crecimiento macroeconómico cuando nuestro dinero y nuestro sueldo valía cada vez menos ? Ese crecimiento se hizo a costa del poder adquisitivo ciudadano y ahora se van a pagar las consecuencias. No nos obsesionemos con las estadísticas. Es fácil decirlo mientras no te conviertes en una.

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