lunes, 22 de diciembre de 2008

Menos mal que nada...

Hace ya muchos años Siniestro Total publicó su disco "Menos mal que nos queda Portugal", ignoro cual era el significado pretendido pero a mi siempre me hizo gracia esa expresión en la que parecía que, bueno, sí, dentro del contexto europeo, España era diferente, como eufemismo de subdesarrollada, pero al menos siempre nos quedaba el consuelo de Portugal como vecino pobre.

Si tuvieramos que actualizar este lema a nuestros días, y en su faceta más de organización regional interna, quizás podriamos decir: "Menos mal que nos queda Bélgica". La cohesión territorial y las identidades colectivas en España no es que sea una asignatura pendiente es que es un problema acuciante que se traduce en una agravada falta de sentido del Estado sobretodo en nuestros políticos, erigidos en gallitos de sus corralitos autonómicos. Pues bién todo nuestro maremagnum autonómico se queda en nada al lado del nivel de fractura social que Bélgica alcanza.

Cualquiera que visite Bruselas posiblemente ni lo notará ya que Bruselas no deja de ser una gran ciudad europea, sede de las instituciones comunitarias cientos de multinacionales y una muy fuerte inmigración extranjera pero si salen de la capital, encontrarán una realidad entre dos comunidades: Flandes y Valonia que no se soportan mutuamente. Antes he hablado de fractura social pero no de enfrentamiento porque lo cierto es que ambas comunidades se han agazapado tanto la una frente a la otra que ambas tienen sus instituciones propias, sus medios de comunicación, etc... viviendo autonomamente de espaldas la una a la otra. No existe el conflicto porque ya no existe el contacto, lo único que queda es un Estado inoperativo, una Monarquía desfasada y Bruselas como tierra de nadie. No dice mucho de nuestra Unión Europea que su capital se encuentre en una ciudad que más que fruto de una integración es producto de la indiferencia mutua.

Había flirteado con titular este post, "Menos mal que nos queda Bélgica" pero no va a poder ser , ya que Bélgica es quizás un ejemplo de disfunción regional, pero a día de hoy , que a mí me conste, nadie es asesinado por una Valonia/Flandes imaginaria y aquí en España por culpa de ETA, sus asesinatos y sus miles de amenazados de muerte -que se dice pronto- seguimos siendo una muy triste e insuperable anomalía. En que lios me meto.

Y les juro que quería hacer un post simpático.

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